Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia

El rol de los sindicatos y el poder del conocimiento

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Por Esteban Gallo

El Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia a través de la Fundación Patagonia Tercer Milenio asumió en los últimos años un rol protagónico en el desarrollo del conocimiento. El proyecto nació en 2006, de la mano de Héctor González y Gustavo Monesterolo y desde su origen, indaga sobre aspectos que impactan en la cotidianeidad de las personas.

Desarrollo sustentable con una mirada social, es el concepto que define el espíritu de la Fundación, que tiene como objetivo fundamental analizar los sucesos de la realidad y el impacto que estos tienen en la comunidad.

En 2006 la Fundación ya se presentaba como un proyecto vinculado al desarrollo de las energías alternativas cuando no se hablaba de hidrógeno verde con la familiaridad con la que se habla ahora.

17 años después, el Sindicato Regional de Luz y Fuerza y la Fundación Tercer Milenio instalan el debate sobre la transición energética, que es uno de los grandes temas de hoy y del futuro. Está en juego el crecimiento económico de la provincia y la calidad de vida de nuestros pueblos. Como señalamos al principio: desarrollo sustentable con una mirada social.

Que la semana pasada, una de las máximas autoridades del gobierno nacional en materia energética, y una de las figuras más importantes de YPF en el desarrollo de las nuevas tecnologías hayan disertado en Camarones y Madryn, invitados por el gremio y la Fundación, es la demostración palmaria de que es posible instalar en la agenda pública los grandes temas de Chubut. Para lograrlo, el camino elegido es la búsqueda del conocimiento. Cuando hablamos de la sociedad del conocimiento estamos hablando del tipo de sociedad que se necesita para competir con éxito frente a los cambios económicos y políticos del mundo moderno.

¿Cómo se adquiere, se fomenta y se instala la búsqueda del conocimiento?

Poniendo el foco en el análisis de la realidad, diseñando estrategias de desarrollo, creando grupos de trabajo, asociándose con otros institutos o centros de estudios, organizando conferencias y debates públicos.

De alguna manera, la Fundación Tercer Milenio ha venido a ocupar el lugar que, en otro momento de la historia chubutense, ocuparon los partidos políticos.

Recuerdo, con mucha nostalgia, el protagonismo que ostentaron las organizaciones políticas en la década del 80 y 90, en la discusión de los grandes temas de Chubut. Era frecuente, casi una constante, que en los comités radicales y en las unidades básicas peronistas se discutiera de economía, desarrollo productivo, medio ambiente, política pesquera, educación, salud, servicios públicos. Los partidos políticos eran un faro para sus comunidades, y cada vez que se instalaba un tema en la agenda pública, allí estaban ellos para expresarse. Si había tema de interés dando vuelta en la sociedad, el peronismo, el radicalismo, el PACH, el MID, la Democracia Cristiana, el Partido Intransigente o la Izquierda, emitían un documento fijando posición. Sentían la obligación de hacerlo.

Los debates eran moneda corriente y los dirigentes políticos se preparaban para debatir. Hoy creen que las discusiones intelectuales se pueden dirimir en las redes sociales, en spots de 20 segundos. El debate ya no existe, y así nos va.

Por eso destaco que, en este desierto de ideas, la Fundación Tercer Milenio, adquiera ese papel que las organizaciones políticas abandonaron y aplaudo que sea una organización gremial, la que asuma ese compromiso con la comunidad.

Alguien dirá que los sindicatos están para defender los derechos de los trabajadores. Es cierto, pero cumplida esa obligación, porque nadie podrá decir que Luz y Fuerza no representa bien a sus afiliados, asume otro de los grandes retos que tienen las organizaciones gremiales en estos tiempos, que es la de consolidar y fortalecer su rol de actor social en el desarrollo de la democracia.

La base de esa acción es el conocimiento. Francis Bacon decía que “el conocimiento es poder, pero ese poder es mucho más grande cuando se comparte».

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