El Gobierno pretende instalar que el paro general es una maniobra de la “casta sindical”. Pero lo cierto es que este paro nace desde abajo, del hartazgo de millones de trabajadores y trabajadoras, jubilados, jóvenes y sectores populares que ven cómo sus derechos, su salario y su futuro son arrasados por un modelo de ajuste salvaje.
Paramos porque este Gobierno no cumplió ni una sola promesa.
Paramos contra el ajuste, la represión y la entrega.
Paramos porque no vamos a ser cómplices del vaciamiento del Estado ni del saqueo a los sectores más vulnerables.
Paramos porque mientras destruyen el salario, la salud y la educación pública, benefician a los mismos de siempre.
Exigimos:
Salarios dignos y paritarias libres.
Derogación del impuesto a las ganancias a los trabajadores.
Defensa de las obras sociales sindicales frente al avance de las prepagas.
Protección del empleo y condiciones laborales dignas.
Basta de represión al conflicto social y persecución sindical.
Este paro es un grito colectivo.
Es el movimiento obrero organizado de pie.
Es la dignidad de una clase trabajadora que no se arrodilla.
Es la memoria viva de cada derecho conquistado en la calle.
Porque cuando el pueblo trabajador se levanta, no hay poder que lo detenga.
La patria no se vende. Los derechos no se entregan. Y al ajuste, lo enfrentamos en unidad y en la calle.